Se impone el check-in electrónico

check-in london city airport

La tecnología se impone en el sector del turismo, como era de esperar. Abanderando siempre nuevas soluciones, la industria turística es un buen banco de pruebas para aplicación de procesos y herramientas innovadoras antes que en otros campos de la economía y la vida. Y es el mundo de los viajes el que también nos dice que cada vez estamos más receptivos a la tecnología si eso nos ahorra tiempo. ¿Para ser viajero hay que ser un geek? Partamos de que hoy en día hay que serlo para todo, porque eso nos facilita la vida.

Baste como ejemplo el estudio realizado por London City Airport (LCY) entre sus usuarios del pasado mes de junio, dirigido a conocer la aceptación del check-in electrónico frente a la atención en mostrador. La investigación ha revelado que el 53 por ciento de los pasajeros realizaron su check-in electrónico e imprimieron las tarjetas de embarque en casa o se las descargaron en el móvil (frente al 43 por ciento del año anterior). Por el contrario, uno de cada cinco viajeros (20 por ciento) utilizó un mostrador de facturación del aeropuerto (el año anterior fue uno de cada tres, 36 por ciento).

Se ha demostrado que los quioscos de auto servicio para el check-in han incrementado su popularidad, pasando su uso del 10 al 21 por ciento en apenas 12 meses. La tecnología mejora la experiencia del cliente, le ahorra tiempo y le trasmite confianza sin necesidad de ser asistido por otra persona.

En palabras de Declan Collier, CEO de London City Airport: «Lo que realmente me ha llamado la atención es la confianza que ahora tienen los viajeros. Se puede proporcionar toda la tecnología posible, pero los clientes deben querer usarla. Al igual que hay clientes que emplean el auto servicio en los supermercados o en los hoteles, también el sector de viajes y de la aviación está proporcionando distintas opciones a sus clientes. Con esto ha quedado de manifiesto que los pasajeros aéreos cuentan con la confianza para tomar el control de su viaje, ahorrar tiempo y hacerlo a su manera en la era digital».

En un blog dirigido a profesionales de la industria del turismo, la pregunta es: ¿dónde van a parar esos trabajadores que ya no son necesarios, o no lo serán en un futuro próximo? La respuesta es aún una incógnita pero, como siempre ha ocurrido con las revoluciones tecnológicas aplicadas al mundo laboral, tendrán que reconvertirse.

El asunto es que la dialéctica entre personas y máquinas ahora no se enfoca a rebajar costes o aumentar la productividad, sino que es el propio usuario el que considera que ya no necesita a un recepcionista o asistente para subir a su avión. Especialmente los viajeros de negocios, pues casi dos tercios (61 por ciento) de estos pasajeros de LCY imprimen sus tarjetas de embarque en casa o se las descargan en su móvil, en comparación con menos de la mitad (45 por ciento) en el caso de los pasajeros de ocio. ¡Ay, las prisas!