¿Vuelve el turismo nacional?


El puente de la Hispanidad ha sido tradicionalmente de consumo interno. Es una fiesta nacional y son los españoles los que aprovechan para viajar. Se trata, por tanto, de la oportunidad de comprobar si el turismo interior ha recobrado el pulso, tras desplomarse en los años más crudos de la crisis económica. Por los titulares de prensa, y más allá del precio que esta industria haya tenido que pagar en los últimos años para volver a llenar los hoteles, parece que el español viaja de nuevo.

Nos centramos en Andalucía por ser una de las comunidades líderes en cuanto a servicios turísticos y recepción de visitantes, y qué diablos, también por proximidad. Las previsiones eran buenas en el inicio del puente, especialmente en la costa, decían. No obstante, estas fechas son para city breaks y ahí la ciudad manda. Por eso le ha ido tan bien a Granada y a Sevilla, aunque la fiesta empezó con inundaciones y el resto del fin de semana tampoco prometía tregua.

El problema es que las lluvias generalizadas nos han privado de esas imágenes de avenidas llenas de paseantes, que tanto gustan en los informativos de televisión, y a lo mejor todo esto ha pasado un poco más desapercibido. Puede que en el puente de la Constitución, otra ocasión pintiparada para el turismo nacional, se nos presente la ocasión de celebrar por todo lo alto que ya nos podemos permitir viajar de nuevo, como cuando vivíamos por encima de nuestras posibilidades.