Acción en Wadi Rum


En Wadi Rum, el agua y el viento han labrado imponentes cañones y elevados gigantes de piedra que parecen de otro mundo. Se trata de un valle desértico situado a gran altitud (a 1.600 metros) en medio de una región montañosa formada por granito y arenisca en el sur de Jordania. Su hermoso paisaje lunar, la tranquilidad de sus espacios vacíos y sin límites, los dibujos milenarios de sus piedras y la huella omnipresente del legendario Lawrence de Arabia, lo convierten en un paisaje único.

Son diversas las posibilidades que ofrece la zona, aunque el punto de inicio se sitúa siempre en el Centro de visitantes del Wadi Rum, donde es posible alquilar un vehículo 4x4 con un conductor/guía y recorrer el desierto durante dos o tres horas, explorando algunos de los enclaves más conocidos. Aquellos que anhelen cruzarlo en camello pueden alquilar uno junto con un guía en el mismo centro. También es posible contratar estancias en tiendas de campaña beduinas, donde pernoctar bajo increíbles mantos de estrellas y disfrutar de una comida tradicional al calor de la lumbre amenizada con música árabe.

Wadi Rum es famoso por ofrecer múltiples posibilidades de aventura. El grado de riesgo lo decide, por supuesto, el viajero. Para los que desean llevarlo al límite, la actividad más trepidante probablemente sea la escalada de las montañas de Wadi Rum, por los acantilados de granito que guardan las inscripciones de los escaladores de la zona, que ascendieron a estas cumbres hace más de 5.000 años. Por otra parte, el calor y las corrientes generadas por los vientos cálidos procedentes del desierto hacen de Wadi Rum un lugar perfecto para practicar el ala delta, el vuelo sin motor y el kiting. Los amantes de la aventura podrán también disfrutar de este peculiar desierto a bordo de un helicóptero o en globo.

A su indudable belleza se le suma la fama que le otorgó Thomas Edward Lawrence con la publicación de Los siete pilares de la sabiduría. El legendario Lawrence de Arabia ubicó aquí su base de operaciones durante la Rebelión Árabe en la que intervino y es posible reseguir sus pasos en una caravana de camellos. Este fue también el lugar en el que se grabó la mítica película.

Wadi Rum ha estado habitado desde la prehistoria por diversas culturas, entre las que se encuentran  los nabateos, cuya impronta se puede encontrar en los petroglifos. Hoy en día, varias tribus de beduinos que todavía mantienen su estilo de vida semi nómada, habitan el desierto. Los beduinos se caracterizan por su gran hospitalidad y acogen al visitante con alegría, invitándole a menudo a tomar un café o a comer.